jueves, abril 07, 2005

-.Bajo tu almohada-.


Me he pasado algunas horas persiguiendo tus frases, esa banda sonora eterna que acompaña por las noches mis suspiros mas sinceros, he tratado en secreto de inventar algún artefacto para detectar algún pedacito de tus sueños cuando pasan cerca de mi cielo con destino a algún latido lejano, se que vuelan, escondidos en el viento que mece las nubes, se que a veces se disfrazan de gotas de rocío y otras simplemente caminan invisibles entre la arena de la playa.

Estoy tratando de confabularme con al menos una de tus notas, para por ese medio intentar visitar por debajo tu almohada mientras duermes, acurrucarme en silencio ahí hasta que salga el sol, sin hacer ruido infiltrarme disfrazado tal vez de horizonte lejano en al menos una orilla de tus fantasías, estirar con disimulo los dedos para enredarlos con distancias cortas de tu cabello, ambicionar ya no a besarte sino a solo a conocer tus labios, esos que al moverse me arrancan de un solo golpe cualquier pensamiento por fiel que éste sea, cerrar los ojos por momentos e imaginar que no estoy bajo tu almohada sino junto a tu cuerpo.

Y es que has empezado a escribir en mis pensamientos y anoche vi al humo de mi cigarro moverse al compás de tu canción. No me sorprendería que se hubiera enamorado de tu voz y suba hasta el techo y luego salga por la ventana sin dejar de pensarte ni un instante de su efímera existencia.

Te escucho en silencio, conteniendo la respiración, me gusta ver como flotas por toda la habitación, como la llenas con tu presencia lejana, no me disgusta saber que no sabes que existo, me gusta averiguarte así, como anónimo, mientras caminas con pasos de aire por mis pensamientos.

Luis Gonzalo Hernandez Zamora