miércoles, enero 19, 2005

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Hay días en que me siento como un pobre diablo, estas malditas depresiones que sin previo aviso se me cuelgan en la espalda suelen ser bastante duras, supongo que yo suelo responder con la misma dureza porque casi nadie se da cuenta, no me importa, la verdad no le temo a la soledad, le temo al olvido.

Y mientras me revuelco tratando de salir de mi asquerosa depresión…escribo.

Luis Gonzalo Hernandez Zamora